domingo, 24 de noviembre de 2019

ELECCIONES 10N 2019 Requiem por el 15-M.

El 15 de mayo de 2011 el pueblo español, vanguardista y valiente, se rebeló. Fue Pueblo en el sentido más político, más humano. Dijo basta y fue audaz. Y extremadamente pacífico. Fue fuerte y libre. Y exigió al estado que, ya que tenía que existir, al menos sirviera al pueblo, dejara de mentir, dejara de aniquilar la separación de poderes, dejara de servir a los poderosos. Exigió al poder político que fuera heroico, como ellos.

Los partidos políticos, asustados y conscientes del valor que tenía este movimiento, pasaron por aquel lugar imaginario - por aquella Utopía enorme - como depredadores del poder político que son, desde PPSOE, hasta Cs, pasando por los SS (sindicatos serviles-subvencionados) hasta la izquierda comunista. Todos querían aprovechar el nicho de votos de los indignados, que se traduciría para quien los consiguiera en poder y dinero. Y se llevó el gato al agua Pablo Iglesias con unos colegas.

Hace pocos días nuestro previsible próximo vicepresidente del gobierno, ese mismo Pablo Iglesias, publicó un artículo en The Guardian:

https://www.theguardian.com/commentisfree/2019/nov/18/spain-coalition-catalan-far-right-vox

A mi me tocaba hacer un post post-electoral (valga la rebuznancia aliterante). Y, aunque quería hablar de lo importante (del insólito gorjeo auroral de los gorriones madrileños, esos heraldos de la esperanza urbanita), de nuevo, como casi siempre, me toca ocuparme de lo urgente.

Como quiera que estoy plenamente convencido de que el análisis de la realidad se puede empezar por cualquier lado, porque la realidad es mapa, y porque cada uno de sus elementos es señal que apunta a todo el resto; como cualquier nodo de la realidad me vale para llegar a cualquier otro porque, total, qué prisa llevas; y como quiera que el artículo de Pablo Iglesias lo cuenta todo sin contarlo del todo y eso es interesante, empecemos por ahí.

Es un hecho contrastado que la realidad, igual que el pasadose crea. Ante esto caben dos posturas: Una, la que considero más libertaria, que tiene en cuenta lo vivido para crear una realidad acorde y desde ahí soñar lo necesario - la Utopía; la otra, la más estatalista, y por lo tanto conservadora y autoritaria, que descarta los datos que no le convienen para crear una realidad acorde a lo deseado de antemano, sin interesarle la tozuda realidad, y modificando lo vivido. Esta última aúna a los principales líderes políticos, incluido Iglesias y su artículo es un ejemplo paradigmático.

Lo deseado de antemano que persiguen Iglesias, Sánchez, Casado y Abascal es el poder, es decir, la capacidad irrestricta de imponer un criterio sobre los demás, y todas sus consecuencias prácticas. En eso, en desear ese poder por encima de lo vivido hasta modificar la realidad, están juntos Sánchez, Iglesias, Casado y Abascal. También lo están en su adhesión al principio más totalitario de todos: hay que llegar al poder para cambiar las cosas, cueste lo que cueste. El problema es que cambiar las cosas cueste lo que cueste ... es no cambiar nada. Es más de lo mismo. Y el poder acaba por demostrarlo destruyendo cualquier atisbo de deseo de cambio.

Lo que cuenta Iglesias es mucho menos importante que lo que no cuenta. Lo que omite señala hacia dónde quiere ir, y por lo visto, dónde va a llegar.

¿Omisiones en el artículo de Iglesias? La inutilidad carísima de la repetición electoral; El descenso en votos, tanto de él como de Sánchez; el problema de la inmigración, que lo es y que existe en muchos planos y que necesita atención y matices para que no triunfen las posturas populistas; el problema de la falta de respuesta estatal a la situación catalana que hace que el estado parezca débil con los fuertes y aplastante con los débiles; el problema de que su falta de soluciones haya hecho ascender de forma imparable el nacional-catolicismo de PP y VOX. La falta de una explicación de cómo es posible negociar con alguien que, teóricamente, tan alejado está de sus supuestos principios anticorrupción como el PSOE (que es un partido esencialmente corrupto, como el PP).

¿Y por qué lo omite? Difícil decir qué pasa por la cabeza de nadie, pero hay algunas interpretaciones que suenan  plausibles.

La primera y más obvia es que si una persona inteligente como Iglesias no lo cuenta, es porque no quiere. A pesar de ser datos casi incontestables, e incontestablemente relevantes. Es suficientemente listo como para saber que no puede negarlos, como sí hace Sánchez (le obligaron a repetir las elecciones, etc). A Iglesias, siempre más astuto, le basta con no hablar de ello para que esos hechos desparezcan en el limbo del olvido y no sean. Especialmente ante la opinión pública extranjera en un periódico que leen posibles aliados.

La siguiente interpretación, a raiz de la anterior, es que Iglesias presenta un talante dialogante y moderada porque se está construyendo una imagen de gobernante. Pero Iglesias es un firme partidario del poder del estado en su versión más fuerte. Lo ha demostrado, por ejemplo, en Vistalegre II, donde los representantes de más del 40% de las bases de su partido fueron purgados al estilo comunista. El poder y su ejercicio requieren ser fuerte por parte del gobernante, y sacrificio, sobre todo por parte de los gobernados. Sánchez también es partidario del poder fuerte, como demuestra su no-libro (Manual de Resistencia), cuyo máximo valor propuesto es la ... ¡resistencia!. Por cierto, algo que le equipara al autócrata Donald Trump. Ambos son también resistentes y purgadores en nombre de la autoridad. Casado y Abascal exactamente igual. Iglesias sabe que para acceder a ese poder que justifica su ser en todos los planos, hay que olvidar ciertas cosas.

En un mundo ideal esto tendría un coste. En la democracia moderna, sin embargo, casi no lo tiene. El mecanismo que se utiliza para evitar pagar el precio de ignorar la realidad de forma activa (eso que llamamos "mentira") se llama "ideología". Si, por ejemplo, Iglesias y Sánchez se declaran progresistas y de izquierdas, da igual lo que hagan luego, porque hay una parte de sus electores que con saberse de izquierdas tienen suficiente. Da igual lo que omitan o mientan, los casos de corrupción que les acechen o las incoherencias que su actitud supongan. Mientras sean de izquierdas todo va bien. Ser de izquierdas sólo significa ser uno de los nuestros, pero es suficiente. ¡Ah!, la pertenencia. ¡Ah!, la tranquilidad moral de estar en el lado correcto. Con las derechas pasa lo mismo, por supuesto. El fenómeno de los hinchas de nuevo. Viva er Betis manque pierda.

La diferencia entre ellos es que Casado y Abascal no lo ocultan. Se equivoca Iglesias llamándoles liberales. No lo son, igual que no lo es él. La democracia se ha convertido en una carrera para hacerse con dos piedras filosofales: Una, el control del dinero más fácil y abundante que se puede obtener, es decir, los presupuestos generales del estado. La segunda, el control de la máquina represiva más fuerte y numerosa que hay en nuestro país, es decir, las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado.

C´s ha muerto porque eran, al menos en apariencia, los más peligrosos para esa visión del mundo: eran los liberales. Eran, al menos en su discurso, los que querían un control exhaustivo y manifiesto sobre ese poder que controla el dinero público, y policía y ejército. Yo no les voté nunca, pero, como sugería Marshall en Pidiendo lo imposible, eran los aliados naturales, al menos en esta situación, de cualquier postura libertaria. Y han desaparecido.

Iglesias quiere el poder, y Sánchez se quiere a sí mismo, ambos hasta la extenuación. Ambos en una línea política autoritaria, como la de sus supuestas némesis Casado y Abascal. Más de lo mismo. El 15 M, movimiento que situaba el poder en el pueblo porque lo exigía el propio pueblo, con Iglesias y Podemos como protagonistas y ante el aplauso del post-comunismo autoritario, está a punto de ser definitivamente neutralizado con éxito. El 15-M ha muerto.

¡Viva el 15-M!


sábado, 9 de noviembre de 2019

ELECCIONES 11/2019. LA DEMOCRACIA DEPORTIVA.

Mañana hay elecciones. Otra vez. 

Esta vez no votaré. Y después criticaré los resultados y a sus responsables. Sin complejos. Rechazo de plano la teoría de que no votar te despoja de capacidad como ciudadano para opinar sobre la situación política. Lo que te despoja de ese derecho es el desinterés, o la pereza, o el descreimiento. 

Pero yo no votaré como forma de protesta por dos razones que nada tienen que ver con la desidia o la depresión política:

La primera, y tal vez la más importante, por hecho de que ésta es la cuarta vez que se nos convoca a las urnas en 4 años. Se han gastado más de 138 millones de euros en cada una de las dos últimas. Teniendo en cuenta que la segunda es el resultado, de nuevo, de la inepcia de nuestros representantes, me pregunto qué hubiera podido hacerse con esos 138 millones si se hubieran dedicado a combatir la pobreza de los madrileños sin hogar, por ejemplo. Las elecciones de mañana han derrochado, de nuevo, para enviar propaganda que nadie lee, y organizar mítines a los que solo van los convencidos. Esto es un insulto a la democracia real.

La segunda por la creciente transformación de la política en un evento deportivo. Uno es de un equipo y lo apoya contra viento y marea. Viva el Betis manque pierda. Los partidos actuales cuentan todos con una base fiel que les vota a pesar de los Gurtel, los ERE, la indiferencia ideológica, o el populismo rampante. Se vota igual que se apoya al equipo de toda la vida. Aunque sea una mierda, sus dirigentes sean unos chorizos, o sus jugadores unos cretinos. El equipo es el equipo. 

Soy uno de esos supuestos 35% de votantes que puede cambiar de opinión. A todos mis correligionarios en este ateísmo político, a todos los que creen que hay que pensar antes de emitir un voto, les invito a considerar la posibilidad de no votar. Una no-participación alta enviará un mensaje claro: esto no es un partido de fútbol (o de rugby, o de baloncesto, o del deporte que sea). Hagan su trabajo y dejen de derrochar nuestro dinero. Y si no son capaces, lárguense y dejen pasar a otros con más capacidad y ganas.

Mañana no voto porque no quiero ayudar a sostener la idea de que somos hinchas.

jueves, 31 de diciembre de 2015

EL HERMOSO TERRITORIO Y LA POLÍTICA BASURA

En nombre del Karma, de la Piedad, de la Teoría de la Compensación, y de mi propio Crecimiento Personal, tengo que matizar mi último post.

"Gilipollas" es una descalificación algo vulgar. Es contundente, desde luego. Pero precisamente por eso, sin matices. La contundencia siempre ha sido inversamente proporcional a la matización. Por eso gusta tanto. Es, por decirlo así, argumentación-basura: fácil de consumir, fácil de entender, pero falsa. Porque donde uno creía que había carne argumental, lo que hay son cosas asquerosillas trituradas. La matización es más amiga de la verdad, pero también es menos atractiva.

No es que no seamos gilipollas. Pero decir eso sin matizarlo es como llamar a alguien "hijo de puta" para herirlo. Dice una verdad distinta a la que parece que está diciendo. No es que su madre sea una prostituta. Es que si puedo, lo reviento. Y como no es mi caso, ni para el ídem mi intención, como diría Machín, aquí va una explicación (disculpen la rima, pero es que la cabra...):

La democracia se juega en un territorio hermosamente frágil, liberadoramente inseguro y dudoso:  es un campo de juego que depende de nosotros, y esa es una de las grandezas de la democracia: existe por un gesto voluntario. Es, porque queremos que sea. Lo definimos nosotros. Existe si queremos que exista. Es el campo que queramos crear entre la seguridad que tenemos de que la mejor solución a los problemas de nuestro país es la nuestra, y el respeto que seamos capaces de tener hacia las soluciones de los demás aunque no coincidan con las nuestras.

Los totalitarismos (de izquierdas, de derechas, financieros, religiosos, etc.) eliminan ese hermoso territorio. No dejan espacio para la duda, para el encuentro y el desencuentro, para la defensa de lo propio sin destruir lo ajeno. Finalmente, cuanto más crece ese campo que tan poco gusta a los totalitarismos, más crece una sociedad civil fuerte y segura. Capaz de discutir los matices, sin dejar de estar juntos frente a los retos importantes.

Pero, y voy acabando, cuanto más crece ese hermoso territorio, menos falta nos hacen el estilo de gestión y los gestores que nos proponen el PP y el PSOE. Ellos son amigos de la contundencia. Del consumo a granel de política-basura. De hecho, cuanto más crece el campo de encuentro y matización entre los ciudadanos, menos falta hacen los gestores en general.

Ellos venden política-basura, fácil de digerir pero llena de sales y grasas que finalmente colapsan todo el sistema de libre circulación de ideas. Y cuando colapsa, aparecen disfrazados de sanadores políticos; de salvadores. Salvadores de un lío que ellos mismos han generado. Y, en salvándonos, se forran.

Su mayor enemigo, el coco al que más miedo tienen, es que los ciudadanos descubran que no nos hacen falta. Que solos, a través de fórmulas asociativas, participativas, democráticas en la base (y no en los carteles electorales, tan caros) ellos sobran. Al menos con la fórmula que nos ofrecen.

"Gilipollas" viene de "Jilí", término caló que describe a alguien cándido. Lo que solemos decir "de puro bueno, es tonto".

Tengo conocidos, amigos y familia que han votado a los partidos tradicionales. Son, en general, gente mayor. Temerosa. Con pocas ganas de todo lo que no sea coger un producto ya elaborado y consumirlo. Y lo entiendo. No toda la gente mayor que conozco es así, pero entiendo que algunos lo sean, porque la lucha diaria durante 90 años cansa, y tienen derecho a escoger algo fácil.

Por eso hubiera entendido que el PPSOE hubiera obtenido 100.000 ó 200.000 votos. Ese voto también debe tener sitio en el Hermoso Territorio. Lo que no entiendo es que haya más de 12 millones de votos con ese sentido. Porque no entiendo que los hechos demostrados y fehacientes que adornan el currículum de los dos partidos tradicionales del mostrenco bipartidismo español, no hayan hecho dudar a mis conciudadanos con fuerza y energía. Y no les hayan hecho arriesgar hacia territorios más inciertos, pero posiblemente más hermosos. Quiero pensar que ha sido pura candidez. O simplemente vaguería, inocencia o tontuna.

"Cándido/inocente/lelo", de los cuales "Jilí", del cual "Gilipollas"Hasta más de 12 millones.


martes, 22 de diciembre de 2015

ELECCIONES 2015. 20-D: RESACA ELECTORAL.

La resaca de las elecciones ha traído lo que todas las resacas traen: abatimiento y malestar.

Yo me di una fiesta de esperanza y me la tragué como si fuera mi última noche en la tierra. Me bebí hasta las macetas de la ilusión y la confianza. Canté los cantos regionales del futuro mejor. Exalté la amistad horizontal, asamblearia y asociativa, democrática y participativa en la cual pensé que creíamos todos. Tanto como en un porvenir más justo. Pero sobre todo, en un futuro nuevo y esperanzador.

Una mierda pa mí. Una boñiga grande y maloliente, con tufo a conservadurismo ramplón e inmovilista. Con un pestazo repugnante a miedo y a cobardía. Con ese hedor a casa cerrada y húmeda que tiene, además, todos las tuberías atascadas de heces. Caca.

Entre el PP y el PSOE tienen 213 escaños. Es la mayoría absoluta de la corrupción, la incompetencia y el inmovilismo. Son los conservadores más conservadores. No por no-se-qué tontería de las derechas y las izquierdas en las que ellos no creen. Sí porque son conservadores en el sentido más claro de la palabra: están ahí para conservar todo como está. Son los perros guardianes del chiringuito que se han montado. Y lo van a cuidar con dientes de demagogia ponzoñosa. Y nosotros los hemos  votado.

El 50,73% de los españoles con derecho a voto, que son  12,746,223, han decidido que Aznalcóllar, Bárcenas, Rato, Chaves o Griñán, Pepiño o Esperanciña, todos ellos molan. Que no existe la corrupción. Y que si existe, pues tampoco está tan mal. Que la gentuza que negocia y subvenciona a los sindicatos UGT y CCOO que firman convenios en los que un trabajador, para poder irse de su empresa voluntariamente tiene que abonar a esa empresa 7 meses de sueldo en concepto de indemnización, son buena gente. Que hay que darles aún otra oportunidad.

Parafraseando malamente a Voltaire, defenderé con uñas y dientes - e incluso con mi seguridad personal - el derecho de mis conciudadanos españoles a ser gilipollas y votar esa basura. No tengo ninguna duda sobre eso. Lo haré. Pero somos gilipollas. Porque una cosa es ser demócrata, y otra muy distinta es reprimir lo que opinas de este resultado. Y digo con claridad y contundencia, para poder dormir tranquilo, que hay – como poco - 12,746,223 de gilipollas en España.

Son gente que ve bien todo lo que ha ocurrido, o que cree que la “subvención” a los chorizos de las Black está bien. O que está bien que el Senado sea la cueva de incompetentes sin oficio que es. O que está bien que Izquierda Unida con 923,105 votos tenga 2 escaños, mientras que el conglomerado mafioso en torno al empresario Mas, con 565,501 votos y la voluntad clara de reventar el sistema solidario de reparto en España, tenga 8 diputados. Vaya hez fecal.

Y no es que yo fuera a votar a C´s o a Pablemos. Pero al menos me concedo el gusto de dejar de votar a los que ya han traicionado suficientemente la confianza del pueblo. Estos primeros, al menos, son nuevos. Está en cuestión seria y grave el sistema de castigo a los chorizos por la vía del voto. Está gravemente en peligro el concepto de democracia como vía para explicar a los corruptos y a los sinvergüenzas que si la hacen, luego la pagan. Aquí parece que no sólo no la pagan. Además se les vuelve a votar.


La imagen de esta entrada es la portada de El Jueves. Una vez más resume en una imagen contundente y certera lo que pienso. Somos gilipollas.

sábado, 17 de octubre de 2015

LA MIERDA ATRAE A LAS MOSCAS

Y eso no quiere decir que yo piense que las moscas no debieran existir. Ni para el caso la mierda. 

Entiendo que esto en lo que vivimos (¿mundo? ¿cosmos? ¿universo? ¿naturaleza? ¿Todo?) es un sistema complejo de relaciones. 

Y si, por ejemplo, desaparecieran las moscas, el desequilibrio resultante podría llevarnos hasta la destrucción total. 

Pero lo cierto es que la mierda atrae a las moscas. ¿Por qué? Porque encuentran en ella un medio adecuado para sobrevivir.

En España estamos empeñados en que lo que está mal son los políticos, errando el tiro del todo. “Los políticos” no define a un tipo determinado de ser humano. Define más bien la actividad a la que se dedica un tipo determinado de ser humano. 

La pregunta es: ¿Qué tiene la política española para que el actual modelo de político se acerque a ella?

Tres razones por las que la política española atrae a algunos seres humanos:

1º Para ser político no piden nada. Sencillo, ¿no? No hacen falta idiomas, formación (ni bachillerato, ni la ESO, ni ná), no hace falta experiencia laboral, ni conocer bien un campo de actividad determinado. Nada. Es lo que llaman un "político puro". Se puede ser semianalfabeto y llegar a ministro. Quod erat demonstrandum.

2º Se maneja una cantidad de dinero enorme. 440.074 millones de euros, que es el presupuesto general del Estado para 2015. Gestionado directamente por los poderes públicos. Es el mayor presupuesto imaginable en España.  Inditex vendió en el mismo año por valor de 18.117 millones de euros.

3º Nadie te pide cuentas. Sí, ya sé. El pueblo te castiga si lo haces mal, ... pero, vamos a ver … Los dos partidos (hasta ahora) principales del sistema, PP y PSOE, tienen un suelo de votos gigantesco. En concreto un 25% y un 24% respectivamente del voto válido, según el barómetro CIS de abril 2015. Eso quiere decir que, después de Aznalcóllar, la corrupción galopante en la financiación de partidos, la inclusión de imputados en las listas electorales, etc, un 49% de los votantes sigue votando a éstos partidos. ¿Dónde está el castigo del pueblo?

Además ambos partidos se han asegurado que la justicia no les moleste. Desde Felipe González hasta hoy, todos y cada uno de los gobiernos han avanzado hacia una cúpula del Poder Judicial que dependa del poder político. De esta forma los aforados (que no son todos, pero son bastantes) dependen de un tribunal elegido por los partidos políticos: el Tribunal Supremo. Entre esto, y el turno que permite dar acceso a la carrera a jueces a propuesta de esos partidos y del órgano de gobierno del Poder Judicial, elegido por los partidos mayoritarios, ¿Qué posibilidades tiene un político corrupto de salir bien parado?

No quiero decir que todos los jueces sean corruptos. Al revés, hay muchos que han dado muestras de valentía e independencia. Pero no están en los puestos clave relacionados con el control del Poder Ejecutivo y Legislativo. ¿Por qué?

Ahora la gran pregunta: ¿Qué tipo de ser humano se orienta hacia una actividad en la cual no piden nada para entrar, se maneja muchísimo dinero con muy poco control, y hay una cierta impunidad tanto política como judicial?

La regla de tres: la mierda atrae a las moscas en la misma medida en la que el marco político actual atrae a X. Despeja la X.

Por supuesto que no todos los políticos concuerdan con esa imagen que genera su actual situación. Por supuesto que los hay honestos y con ganas de ayudar. Pero hay que reconocer que las condiciones actuales no favorecen su aparición ni su desarrollo.

La solución parece sencilla. No sirve de nada pedir declaraciones de buenas intenciones, entonaciónes de “mea culpa”, ni nada parecido. Hay que desplazar la mierda para que las moscas vayan hacia otro sitio. No se trata de fumigar. Eso sería horrible y las moscas cumplen su función. Pero no deben estar en política. 

Por lo tanto reformemos el marco político actual. ¿Cómo?

1º Hagamos que para acceder a puestos medios y altos de gestión política se exija un mínimo de formación y un mínimo de experiencia laboral. Por ejemplo, que no sea posible presentar a Europa políticos que no hablen ningún idioma. Incluido el suyo. Eso genera una imagen deplorable de nuestro país. Eso del político puro es un excusa para acceder al poder sin merecerlo. Por supuesto que hacen falta cualidades políticas. Pero también hace falta formación y experiencia.

2º Hagamos que la gestión del dinero público sea distinta. Hay muchas propuestas. Pero más control nunca debe suponer menos agilidad. Una propuesta seria, por ejemplo, podría ser algo parecido a esto: La Riqueza (pública) de las Naciones, de Detter y Fölster. Echen un vistazo al libro. No digo que sea irrefutable, pero al menos explora caminos más ágiles y más honestos.

3º Acabemos de una vez con la dependencia política del Poder Judicial. Esto es demasiado fácil de hacer como para no intentarlo. Basta con que el Parlamento devuelva al Consejo General del Poder Judicial su independencia.

Una espía que vigilaba a Houellebecq, me ha soplado que según él,las moscas se reproducen a ritmo de 2 millones de huevos por hembra. Y una hembra vive entre 2 y 4 días. Y lo más interesante: a las moscas les atrae la mierda porque se reproducen dentro. La mierda y las moscas son parte de nuestro sistema vital, y sería una barbaridad intentar que no exisitieran. 

Pero hay una verdad irrefutable, y es ésta: si pones una mierda en tu cocina, se te llena de moscas.

martes, 29 de septiembre de 2015

ELECCIONES CATALANAS. CONCLUSIONES DESUBICADAS

Las elecciones catalanas han resultado en un muestrario brillante de situaciones contradictorias y declaraciones inconsistentes con la realidad. Las resumo en una serie de aforismos subnormales, seguidos de una pregunta aclaraticia:

Los que dicen que han ganado, han perdido. ¿Quién ha ganado las elecciones?

Hay dos tipos de ganadores: Unos, aquellos que pueden gobernar con holgura según su programa, y otros, aquellos que refuerzan su presencia política aumentando escaños y votos, aunque no puedan gobernar.

Como los que pueden gobernar, van a tener que negociar para poder hacerlo, y ello pasando por encima de declaraciones y promesas inamovibles, sólo dos partidos han ganado las elecciones en términos netos: Ciutadans y el CUP. Comparando sus resultados con los resultados objetivos anteriores, son los únicos dos partidos que tienen más votantes y más escaños que en las elecciones del 2012. El resto ha perdido.


CDC, ERC y CUP pueden gobernar, pero juntos, entonces ¿por qué dices que han perdido?

Porque CDC es de derechas financieras europeístas, ERC es de seudoizquierdas de las de Dame-un-Consejo-de-Administración, y el CUP es de izquierdas nacionalistas antieuropeístas (alucina, vecina). Y todos se necesitan para gobernar. Y además CDC y ERC han pactado un President que el CUP ha jurado no votar. Chúpate esa mandarina.  Eso ocurre por poner la conveniencia del momento por delante de la ideología y de los valores reales.


Los independentistas dicen que están legitimados, y los no-independentistas que aquellos no lo están. Los del la vía del medio dicen que sí, o que no, o que qué pena. ¿Hay legitimidad para el proceso de independencia?

No se sabe, pero aparentemente no. Estamos ante el peor resultado posible: los partidos independentistas han ganado en número de escaños pero han perdido en número de votos. La teoría dice que si fuera un plebiscito – y en eso se ha convertido según declaraciones del bloque independentista – hacen falta mayoría de votos. Es un resultado bloqueador en el que pierden todos.


Los partidos con mayor número de escaños, tienen menos votos que el resto. ¿No debería ser proporcional, más votos = más escaños?

El sistema de circunscripciones hace que los votos de determinados sitios valgan más que los votos de otros lugares. Si Cataluña fuera un circunscripción única y la Ley D´Hont no favoreciera descaradamente a los partidos grandes, el reparto sería distinto y JPS + CUP no tendrían mayoría de escaños. En el resto de España pasa lo mismo. La fuerza de los partidos nacionalistas se basa precisamente en que el sistema de circunscripciones, que solo tiene sentido en las cámaras de representación territorial (Senado), se aplica a los parlamentos (Nacional y Autonómicos) y falsea la realidad. Siempre y cuando creamos que la realidad debe ser 1 votante = 1 voto. Ahora no lo es.


Esta situación me recuerda a algo que estudié en el cole. ¿A qué se parece?

A la situación en la que quedaron Pais Vasco y Cataluña a partir de las Guerras Carlistas. Es una repetición imaginativa. El voto que apuesta por un país único con una única ley se concentra en los núcleos urbanos y cosmopolitas. El voto que apuesta por la independencia y la diferenciación frente a ese país único que sería España, se concentra en los núcleos rurales. Como el voto de los núcleos urbanos vale menos (por lo explicado en la parrafada anterior) que el voto rural, se inclina la balanza hacia ese voto. De hecho los mensajes se parecen bastante, salvo por la parte del “Rey”. Y esto siempre y cuando no aparezca un movimiento catalán monárquico que quiera restaurar la antigua monarquía aragonesa o el Ducado de Barcelona. Dale tiempo, que cosas peores se han visto. En cualquier caso “Patria y Fueros” se parece mucho al mensaje de CIU, de ERC y sorprendentemente al de la CUP.


Esto suena todo un poco anti-independentista, ¿eres anti-independentista?

No soy “anti” nada, y menos de antemano. Pero no estoy de acuerdo con el actual independentismo catalán, lleno de oscuridades y omisiones convenientes. Cuando tengan el valor de hacer un referéndum de verdad, aceptando todas las consecuencias, y cada persona valga un voto, empezaré a mirarlo con más respeto. Yo no creo en el nacionalismo. Y votaría que no. Porque creo que la lucha política se debe centrar en echar a los corruptos primero, y luego en crear un estado verdaderamente democrático, limpio y participativo. No se qué pintan CIU y ERC en eso, después de su trayectoria en el poder. Ni para el caso el CUP. Son señeras del régimen antiguo, y sus miembros, si Franco viviera, estarían de cacería con él.

Sí creo que la situación ha llegado a un punto en el que sólo queda hacer un referéndum de verdad. Y si sale que sí, entonces ver qué ocurre. Pero es un divorcio en el que una parte no quiere divorciarse. Y por lo tanto lo que es inviable es una independencia en la cual los catalanes son españoles para todo menos para el dinero. Si va a haber divorcio, tiene que ser completo. Eso quiere decir que lo único que se negocia es el reparto de los bienes en común, y sólo de aquellos en los que las dos partes estén de acuerdo en qué es común. Para lo demás Cataluña empieza de cero. Sin dobles juegos y sin nacionalidades compartidas. Sólo así la población catalana sabrá qué hay detrás de las promesas de la gente a la que decidan dar la confianza. Y qué significa "independencia" en este contexto.


Por ahora, vale. Una reflexión final que me tiene remontado hace ya tiempo:


NO EXISTE EL SOCIALISMO NACIONALISTA. Marx y Engels fueron muy claros al respecto. La revolución socialista, o es internacional, o no es nada más que interés burgués disfrazado. La última vez que un experimento socialista-nacionalista tuvo éxito fue con Adolf Hitler y su partido Nacional-Socialista. Otra consecuencia indeseada de esa mezcla es la mafia de ETA. Yo no soy socialista. Pero conozco gente que sí lo es, y son gente honesta, luchadora y dedicada a los demás. Y están por encima de esas divisiones geográficas que desvían el interés hacia parcelas dudosas. Y no se merecen que los mezclen con los que utilizan la simbología de izquierdas para reclamar idearios muy de derechas, basados en conceptos casi neo-nazis como una utilización estafadora de palabras como “Patria”, “Nación”, “libertad” y etc. Va por ERC y el CUP. O son de izquierdas, o son nacionalistas. Escojan, o acaben en el nacional-socialismo. O en la mafia.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

ELECCIONES CATALANAS 27-9-2015. INDEPENDENCIA Y LIBERTAD.

Las elecciones catalanas son el domingo, y ahí comienza mi asombro: en principio no es un referéndum sobre la independencia. Son unas elecciones al parlamento catalán. Pero algunos partidos han avisado: apoyarles a ellos es apoyar un proceso de independencia que se pondría en marcha inmediatamente después de las elecciones.

De los argumentos que he oído para solicitar la independencia, he entendido cuatro:

-       España roba a Cataluña.
-       España dominó militarmente a Cataluña.
-       Cataluña quiere libertad e independencia.
-       España es un obstáculo para el desarrollo de Cataluña en todos los órdenes.

No entiendo los primeros tres, ni cómo de ellos se deriva un referéndum; y mi incomprensión no tiene que ver con que yo sea español.

Cataluña pertenece a un sistema solidario en el cual el que tiene más da al que tiene menos. Se aplica a todos los niveles: particular, municipal, autonómico y estatal. Es la base fundamental del estado social. Ocurrirá sean o no independientes. Y siempre habrá alguien en desacuerdo con el reparto. Si la solución es salirse del sistema, se abre ese camino para el futuro en la propia Cataluña.

El pasado es lo único que se puede cambiar. Y podemos hacer un mundo en el que hubo determinadas dominaciones militares si nos viene bien. Pero las hubiera o no, la historia no devuelve nada, incluso aunque la podamos reinventar por conveniencia. Boston no volverá a pertenecer a la corona inglesa, a pesar de que se le arrebató militarmente. Ni España pasará a ser provincia saudí a pesar de que se les arrebató militarmente. Podemos discutir ese pasado, pero ¿basar un proceso de independencia en eso es razonable?

Todos queremos libertad e independencia. Es deshonesto basar un referéndum de tanto calado utilizando dos conceptos tan vagos y tan interpretables. Cualquiera que salga a la calle gritando “¡¡libertad e independencia!!” tendrá inmediatamente una legión detrás apoyándole. Aunque luego sea un reclamo para una estafa piramidal o para vender motos.

El cuarto punto es una cuestión de sentimientos. Y, contra todo pronóstico, ahí sí estoy de acuerdo.

Un vendedor estadounidense me preguntó una vez por mi país, y le dije que era de España. El hombre me contestó “¡Ah! España es ese país en el que la gente se casa para siempre, ¿no?”. Las generaciones españolas entre los 30 y los 60 años somos, por lo que voy viendo, los encargados de asumir para las siguientes generaciones que a veces las relaciones se rompen, y que no es ni pecado ni una monstruosidad separarse. Que se puede hacer con naturalidad y sufriendo el menor daño posible. Otros países ya han hecho ese camino. Ahora nos toca a nosotros.

Lo importante es que no estemos con quien no quiere estar con nosotros. Y esto exactamente me dijo un amigo inglés cuando le pregunté qué opinaba de estas elecciones, a la luz de su experiencia con el referéndum escocés. Le pareció que estábamos armando un lío excesivo a partir una cuestión demasiado simple. Dolorosa, pero simple al fin y al cabo.

En mi opinión el proceso es un error. Estamos mejor juntos. Y muchos catalanes se sentirán estafados cuando comprueben que, pasado este proceso - y salga como salga -, su vida no cambiará a mejor. Su nivel de libertad e independencia no habrá mejorado y sus gobernantes les seguirán robando, como siempre han hecho.

Aun así, si un pueblo quiere caer en la trampa de la publicidad sin contenido, de seguir siendo gobernados por los mismos perros con distintos collares, y de probar suerte a pesar de que las perspectivas no parecen buenas, nada en el mundo lo podrá parar. Ni una supuesta soberanía en peligro, ni un concepto carpetovetónico de España. Es verdad que hay una parte importante de la población que no quiere la independencia. Tan verdad, como que la esencia de la democracia es acatar lo que quiera la mayoría. Y si la mayoría quiere independencia …

Y ello a pesar de que estoy convencido de que el orden lógico sería primero deshacerse de los estafadores que les han gobernado hasta ahora (y que ahora convocan el referéndum); y luego convocar un referéndum limpio en el que se pregunte con claridad y en el que se explique la situación real, y no esa nebulosa presidida por una libertad y una independencia que no significan nada. Parece que una parte importante del pueblo catalán está dispuesto a tragarse a CDC y a ERC con tal de ser independientes. Parece como si no distinguieran bien quién es el verdadero responsable de su situación.

Cataluña se puede ir. Pero no en nombre de la libertad y la independencia. En nombre de la libertad podría hablar un preso político chino, o uno de Corea del Norte. En nombre de la independencia podría hablar un ucraniano. Tampoco en nombre del dinero que España les roba. Porque hasta ahora han sido parte de España, y el sistema es solidario. Ni en nombre de una invasión militar precocinada.

Digan que se quieren ir porque quieren probar suerte, o porque ya no hay amor. O porque tienen una inquietud y creen que sólo la aplacarán caminando solos. Pero libertad e independencia no. Es un insulto para las personas y para los pueblos que de verdad no la tienen.

Y a los catalanes, suerte con lo suyo. Ojalá se cumplan sus sueños, y ojalá en el camino de cumplirlos aprendan algo. Aunque duela.