domingo, 5 de julio de 2015

YO, EN EL REFERENDUM GRIEGO, VOY A VOTAR QUE NO





Lo que se juega hoy en Grecia, entre otras cosas, es la tranquilidad del orden financiero establecido.

Puede sonar terrible, incluso apocalíptico, pero no lo es. El resultado, sea el que sea, obligará a los actores a revisar sus supuestos y a reorganizar sus equilibrios. Pero ninguno se va a ir.

Seguramente, además, se juegan otras cosas en una partida que se ha hecho compleja. Pero sobre todo se juega la solidez tranquila y mostrenca del actual orden basado en el Poder Financiero, gobernante de Europa.

Cada uno de los contendientes ha puesto en marcha sus ejércitos:

-       El gobierno de Tsipras, con un misterioso apoyo detrás y con El Caballero Andante Varoufakis al frente, ha desatado lo que más temen los oligarcas financieros y su circo de mercados: el voto de los ciudadanos. Puede pasar cualquier cosa. Y Tsipras lo sabe y por eso lo ha hecho. Y los oligarcas lo saben y a ellos, a pesar de que saben reaccionar y reconducir las situaciones, no les gusta nada que les muevan las sillas. Es un juego, y todos dicen una cosa para buscar un resultado. No porque realmente crean en lo que dicen.

-       La Troika (¿¡Qué es La Troika!? ¿quién la ha legitimado? ¿Cuáles son sus reglas, estatutos, responsabilidades, deberes, etc?) ha puesto en marcha sus ejércitos, que son básicamente cada uno de los Poderes Financieros (judicial-legsilativo-ejecutivo-prensa) de cada uno de los países que gobiernan, para extender el miedo, e incluso el odio a Grecia. Como muestra el editorial apocalíptico de El Pais, el periódico de izquierdas-pero-buenas:


en el cual queda claro que la culpa de todo es del irresponsable gobierno griego, y ahora que se joda el pueblo por votarle, y además, aprovechando, ya sabéis lo que va a pasar como votéis a Podemos. Muy posiblemente, un editorial escrito al dictado. Ni el primero, ni el último.

Cada una de las posturas ha hecho su efecto sobre la ciudadanía europea:

-       Ha polarizado a la población, que se divide en gente que odia a los gobernantes europeos, porque han estafado a la población; y gente que odia a los griegos (así, en general) porque han estafado al resto de Europa. La mejor forma de mantener el poder de unos y otros es siempre la misma: mantener a la población enfrentada.

-       Ha generado leyendas urbanas sobre cada una las facciones: los componentes de la Troika beben sangre humana y respiran azufre, por un lado. Por otro los griegos van de juerga en juerga con el dinero que todos nosotros, individualmente, de nuestro bolsillo, les hemos prestado, y se jubilan a los 55, qué cabrones. Todo es falso, claro. Forma parte del juego.

Verdades sin matices. Ideología pret-a-porter. Discurso idiotizante que lejos de crear ciudadanos responsables, fomenta el ovejismo político. De lo cual, curiosamente, viven los partidos mayoritarios en Europa. Incluido, ahora, Syriza.

Yo voy a votar No.

Ya. Ya sé que no me dejan votar en este plebiscito. Pero yo, interna y externamente, de conciencia y de palabra, voy a votar que No. Y la razón es la siguiente:

Los de la Troika no beben sangre humana (me parece). Pero sí representan el camino contrario a la democracia en la que creo. Su mayor preocupación ahora, mucho más que el impago de Grecia, es la posibilidad de que se abra una ventana a la democracia verdaderamente participativa. Lo dice claramente el editorial de El Pais: “El referendum no es la panacea de la democracia”. Toda una declaración de intenciones: prefieren una dictadura secuencial de 4 años de duración y sin control ciudadano real, que es lo que hay ahora, a una democracia participativa. La voz de su amo.

Lo que está en juego no es el bien contra el mal (escoja usted su lado y vale tanto uno como otro). Tan malo es un poder financiero antidemocrático que arruina paises por incompetencia y por avaricia, como un gobierno populista.

Lo que está en juego de verdad es la evolución a formas participativas de democracia que asustan enormemente a La Troika. Y a sus lacayos de los diferentes gobiernos europeos y de la prensa.

Para acabar (y disculpen lo extenso de la entrada):

¿No les parece deliciosamente curioso que el poder real y profundamente antidemocrático en Europa se llame "La Troika"? El enemigo es la supuesta izquierda radical griega, y resulta que el poder financiero que gobierna Europa lleva el nombre de la máxima representación del poder soviético.

Delicioso.

Señala inequívocamente la realidad: da igual que sea de izquierdas o derechas. Lo que importa es que sea poder y que esté en las manos adecuadas. Que no son las de los ciudadanos.


Por eso yo voto NO. Por el referéndum.